sábado, 6 de agosto de 2011

A LA MUSICA SINFIN DE LAS TRINITARIAS

A LA MUSICA SINFIN DE LAS TRINITARIAS

Homenaje a mi querido Maestro Eutiquio Leal

El carbunclo de la ocarina emocionada

Menguante rosa pordiosera

Fatiga de olvidos y de muerte

Hidalgo andante, abortador de sueños

Viento alígero de olvidos y corazonadas

Hombre puro de boca lironda

Careta de querer alhelí y de metal

Delirante llama cristalina de sones

Misterioso cáliz de vientos ciegos

Socavón de feroces combates

Cementerios de farisaicas lunáticas

Cegadas devoradas por el canto utópico

Angustias ásperas ¡deshojadoras de volcanes!

Esferas inmersas en plenilunios parricidas

Menguantes vergonzantes y placidos visionarios

Rumoranzas de cascabeles sudorosos

Incandescente tiempo sibilino y jornalero

Profaneras congojas promisorias de desvelos

Vientos habidos de arpegios y sentidos polvos

Cinceladas ocarinas de la diapasonada dubitación

Espejo obstinado del exorcismo golosinero

El rio dormita licuado por el transito carnoso

Apaga las luces de las pavesas alboreadas

El tormento placentero de las expresiones amorosas

Interpreta al lenguaje nocturno de la sensibilidad

La poesía de los sentimientos y la semántica de los versos

La poética expresa y la plástica de la prosa creadora

Escribir es soltar el lastre y desfrustrarse

Es interpretar a alas tempestades cósmicas del alma

Es desplomarse con palabras revolucionarias y escribanas

Intentemos trasformar la realidad con nuevos hallazgos

Salir huero el hombre de sus desengaños

¿Existirán orales arco-iris, capaces de salvarnos?

Falta una poesía suprasensible para liberarnos

Sísifo almendra cardo de auroras

Caracola de heridas caprichosas

Geografía simiente de telúricos diamantes

Lógica terapéutica del canto amapolero

Impulsos leoninos de intransferibles destinos

Apaguemos las vocales que niegan la dulzura

Soñemos con el deshielo de la embravecida venganza

La oquedad coqueta de la caracola azul me seduce

Con la patraña migratoria del furor diapasonado

Confieso que he vivido arpegios mágicos y rojos

Cantarinos cual férvidas espumas despeñadas

Pronostico estrellas de las crisálidas incandescentes

Umbríos cascabeles del viento e infieles como el ímpetu

La cabeza del turpial ciclope nos sestea

Como el extraño canto torna nuevo del plenilunio

Rumoranzas que esplenden una ronda de galaxias

Mientras el horizonte desholleja la geología de tu sexo

Se empoza el fuego amatorio

Se desploma tu utópica voluntad

Se revierten farisaicamente los exorcismos

Rosa

Viento

Sospechoso

Cáliz

Locura

Ciega

Relámpago

Siemprevivo

Misterioso

Funerero

Silencio

Amor digitalizado

Aleteante batallar angustioso

Glorioso asaz galopero cósmico

Hipocampo raizal sabanas increpadas ¡despiertas!

Almacigas hazañas increpadas ¡loco éxodo y naufragios!

El enclave herético de las partituras

Muere como la sinrazón del Tántalo

Sorbo el sabor acido de las rocas

La rememora hiel de los carbones encendidos

El fulgor de la nostálgica hoguera

Me permite descifrar enigmáticos crono signos

Tres lustros se requirieron para comprender las cantigas

Como la musicalidad vocal al pronunciar Eutiquio

Amanece diferido el horizonte por el prisma

Sediento sentimiento biológico del fantasmal pecho

Soy un eroscida perseguido por deshojadas margaritas

Banderolas negras pregonan aligeradas corazonadas

El fasto deleite de las canciones arrogantes

Policromos coágulos que engulle tu cáliz

El devenir plomizo de los ateridos devorantes

La picardía oculta y carbonera de tu sonrisa

Pregono un audaz solario con versos enmohecidos

Lunática estela resurgente de pucheros y lagrimas

Cosecho duerme sueños amorosos y veleidosos

Dubitativos encantamientos de huérfanos sentires

Me extravío entre la bruma sobre óptica de la memoria

Me encanto con la belleza de tus pezones y de tu pubis

Penetro con abroquelada obstinación tus tabúes y miedos

Desalo con besos al malogrado destino de tus semillas

Nada le prohíbo a tu inmaculada vergüenza

El desnudo es aleatorio a la libertad recuperada

Redivivo un sinfín delirante de naufragios amorosos

Garabateo la salmuera de tus deshojadas ausencias

Coloreo tus recuerdos fugaces y transitorios

Es la erótica que apostilla tu vientre y tu mundo

El agridulce sempiterno de la gateadora estalagmita

Me permite disfrutar la jugosidad de devoradores besos

La indómita lujuria que perfora a la carne

Absorbe enfebrecida cantaros de estrellas

Goza de la muerte impúdica por el voluptuoso estilete

Del bálsamo teñidos de la corola ¡al redimirla!

Me conmueve la orografía del embriagador placer

Ensueño con el aroma bruñidor de las nostalgias

Son omnímodos los vientos de las incógnitas espinas

Es intrincado el mutismo geológico de tus carcajadas

El coloreo amoroso de las tardías epifanías

Ola pífano sintonía de la acústica de los arpegios

El fuego de los menguantes pezones que he degustado

Las pérfidas golosinas de la placidez mundana

Enséñame el lado edénico y femenino de tu cuerpo

Enreda mi piel con los apegos de la hermosa desventura

Reviérteles las ilusiones a mis pupilas voyeristas

Deseo escribir apetitosas canciones telúricas

Bésame despacio como el susurro de los ósculos

Como la pasión de las cenizas de las noches

Bésame sin asco ni malicia ¡bésame como un mar de ilusiones!

Orquéstame con la sabiduría de tus caderas

Con la tristeza triunfante de los después

Intúyeme deseos para conjugar con tu corola

Entreabre la luz sensual de tus amorosos escombros

Corazona el sentir caminante del Sísifo enamorado

Preludio de las nocturninas confesiones eroseductoras

Héctor “Animal de Vuelo” Cediel 2010-04-08 hcediel2@hotmail.com